jueves, 22 de agosto de 2013

Aves infinitas



Nos desgarramos en pedazos que cayeron al suelo. Y de esos pedazos se alzaron, majestuosas, unas aves al cielo; y cada ave llevaba en sus plumas impreso nuestro amor; y volaron por el cielo buscando la eternidad. Se alejaron en el horizonte hacia el sol, bebiendo de sus rayos dorados. Alimentando sus ganas de volar con la libertad impulsando sus alas. Y aquellas aves volaron y volaron, siempre buscando el horizonte, siempre siguiendo la línea infinita del fin del mundo.

Las aves vivieron muchos años y volaron juntas en una bandada que recorrió el planeta. Todos los que alzaron la vista para contemplarlas recibieron su magnífico legado. Comprendieron el mensaje de amor, la promesa de felicidad que nuestras aves proclamaban. Y esas personas que las vieron volar ya nunca sufrieron, porque desde ese momento, fueron libres, como también nosotros lo éramos ahora. Y las aves vivieron, volaron y murieron; y sus cuerpos alimentaron la Tierra que los había observado volar allá lejos, celosa del cielo que las acogía. Y la tierra en que las aves cayeron creció y floreció y se llenó de vida. De luz y de esperanza.

Ahora el mundo vuelve a ser tal cual era antes de nosotros. Ahora que las aves han dejado de volar, el mundo vuelve a ser un lugar frío y gris. Solo algunos afortunados recibieron su promesa de amor. Solo algunos comprendieron su mensaje. Ahora, los demás estás condenados…

…¿O no?

Porque a pesar de todo, aún hay gente que mira al cielo y busca con la mirada a las aves infinitas. Miran hacia el horizonte al atardecer y esperan a que la bandada de aves blancas aparezca. Y son estas personas las que reciben el legado de las aves, nuestro legado. Son ellas, las que no pierden la esperanza, las únicas personas que verdaderamente entienden nuestro mensaje. Un mensaje que carece de idioma, que no entiende de culturas ni religiones; un mensaje que habla directo al corazón de las personas.

Lo ven escrito en el cielo con los últimos rayos de luz, justo antes de que el mundo sucumba a las sombras de la noche:


“No te rindas. Mantén la esperanza. Ama.”


Alexia.

PD.: Perdón por la laaaaaarga ausencia. He estado de mini-vacaiones y acabo de volver :)

2 comentarios:

  1. ¡Oh, Alexia, pues menuda entrada de vuelta! Qué bonita, la comparación de las aves con el amor verdadero, es preciosa :)
    ¡Un beso muy muy muuy grande! <3

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  2. *.* lo que quiero decir es que... *.* No, no tengo palabras para esto. Jopee... me encanta, no mejor dicho, ME ENANTA tu manera de escribir y las sensaciones que me hace sentir tus relatos. Se me han puesto los bellos de punta (eso es buena señal).
    Quizás me transmites tantas sensaciones porque tu lo sientes así y las palabras lo saben y tu mente lo sabe, por eso te obliga a poner todas esas letras que solas no tienen sentido pero juntas han formado un relato realmente hermoso, lleno de esperanzas hacia el amor...
    Supongo que ya es oficial y creo que necesito decirlo para que lo sepas: AMO tu blog, no solo por el diseño, eso es lo menos importante, sino por el contenido, por cada una de las entradas...
    Bueno, puedo enrollarme aquí un montón pero no lo haré vaya que te resulte pesado jajajaja
    Besoos!!^^

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